Por Joao Acharan.
“La Nueva forma de gobernar” fue el relato ofrecido por Piñera, donde un gabinete de gerentes-empresarios encarnarían la eficiencia y eficacia que prometía, pero que se desvaneció entre conflictos de interés, incapacidad política, corrupción tipo Van Rysselrberghe, hasta no calentar a nadie. Pero con Longueira se produjo un giro que busca reencantar al pueblo, “enfrentando abusos de las grandes empresas y defendiendo a los consumidores”, (demanda colectiva a Presto, SERNAC financiero, “mejorar la libre competencia” frente a un nuevo caso de colusión), pero la confianza en el gobierno no mejora, pues esta “protección a los consumidores” profundiza el modelo económico. Frente a esto, ¿Qué relato ha ido elaborando la ciudadanía? ¿Qué le deja este 2011 al pueblo? Un breve repaso a lo más significativo del año que ha emanado desde la propia organización del pueblo.
Asambleas ciudadanas y populares.
A inicios de año Magallanes, organizada en torno a la Asamblea Ciudadana de Magallanes (ACM), vivió un paro indefinido de 7 días con el cual enfrentaron un alza de precios del gas natural. La ACM agrupo a distintas organizaciones, desde la CUT hasta la CPC, Juntas de Vecinos y Partidos Políticos tradicionales. Pero de esta inicial “Unidad Regional” se paso a una escisión entre trabajadores y empresarios. A pocos días de iniciado el paro, los empresarios del comercio y el turismo depusieron la movilización defendiendo la primera propuesta gubernamental, y los Alcaldes negociarían a espaldas de la ACM. Una Asamblea similar se levanto en Calama, aunque sin la misma fuerza, demandando descentralización y que se quede en la región parte de los recursos provenientes del Cobre. Pero es a raíz de las movilizaciones estudiantiles que se multiplican estas Asambleas con los mas diversos nombres, ciudadanas, populares, del pueblo, por la reconstrucción, en Ñuñoa, La Florida, Concepción y Talcahuano, Valdivia, Valparaíso, etc., asumiendo un funcionamiento democrático, participativo y deliberativo buscando objetivos iniciales concretos pero con la perspectiva de un nuevo proyecto para Chile. En Magallanes se vivió una forma incipiente de Poder Popular. Solo 72 horas después de iniciado el paro, la ACM ya organizaba la vida cotidiana de la ciudad determinando horarios de apertura y cierre del comercio, la circulación y el transporte, estableciendo disposiciones horarias para la apertura de accesos a la ciudad, etc.
Movilizaciones masivas.
Ya sea por la gratuidad de la educación o contra Hydroaysen, el país vivió las manifestaciones mas masivas desde el retorno a la democracia que por varios meses ocuparon las calles de distintas ciudades, con un espíritu carnavalesco y una combatividad y masividad de la lucha callejera. “Fiesta y protesta” resultaron no ser tan antagónicos avanzado en la creatividad de las intervenciones callejeras como en un espíritu combativo que se extendió a grandes masas de personas que vieron en la lucha callejera y el enfrentamiento con carabineros una forma legitima de expresión política.
Tomas de liceos: experiencias de autogestión educativa.
Fue en la toma del Barros Borgoño donde se inicio una experiencia de autogestión educativa, que se extendió por Santiago y Regiones, donde la comunidad participa activamente de un nuevo proyecto educativo que cuestiona el rol pasivo tradicional de los estudiantes y a las formas clásicas de enseñanza formal. Además de los propios estudiantes, entre los actores involucrados participaron universitarios voluntarios como profesores externos, en algunos casos los propios profesores del establecimiento integran a la iniciativa y en otros los padres y apoderados también se sumaron a las asambleas que gestionan los liceos, organizan horarios y las nuevas mallas curriculares, que van más allá de las materias propias de la enseñanza media y abarcan talleres y conversatorios sobre otras temáticas.
Congreso Social por un Proyecto Educativo.
Desde el mundo social surge la iniciativa de generar un espacio donde articular a los distintos actores sociales en la formulación de un Proyecto Educativo, de manera horizontal y colectiva. Realizado tanto en la región del Bio Bio como en la Metropolitana, se plantea profundizar las discusiones respecto a la educación como un derecho social gratuito, una educación democrática, con estructuras participativas para toda la comunidad educativa, y socializada al servicio del pueblo trabajador.
Pobladores y el derecho a la Ciudad.
Distintas iniciativas a lo largo del país son protagonizadas por pobladores que buscan tener donde vivir o mejorar su calidad de vida. Desde las Casonas IRA, Inmuebles recuperados por Autogestión, que son casonas abandonadas en Santiago Centro que han sido tomadas por familias, para construir en ellas un conjunto de viviendas sociales en el casco histórico de Santiago, luchando contra la marginalización y segregación de los pobladores hacia la periferia, hasta Peñalolen donde se juntaron las firmas necesarias para llamar a plebiscito comunal buscando modificar aspectos del Plan Regulador, aunque el alcalde Orrego no respeto el proceso y llamo a otro Plebiscito, con otras preguntas, ignorando las juntas recolectadas por los habitantes, burlando la participación ciudadana, y pasando por La Pintana, donde pobladores organizados en comités de allegados impulsan las Escuelas del Buen Vivir, buscando luchar por los espacios en los cuales construir su casa propia, mientras reflexionan sobre el Derecho a la Ciudad y a la formación de Comunidad entre los vecinos. El hilo conductor, es la lucha por su derecho a la Ciudad frente al avance incesante de la inmobiliarias, de la mano de políticos, que o expulsan a los pobladores a la periferia o los dejan sin espacios para construir sus casas.
Cuestionamiento a la institucionalidad política.
Se ha desarrollado una profunda desconfianza hacia las instituciones políticas y a la clase política y empresarial en su conjunto, cuyo clímax fue la Toma de Ex Congreso por manifestantes exigiendo un Plebiscito. Estos sectores no solo pusieron en la discusión pública la necesidad de contar con mecanismos de democracia directa, exigiendo reformas constitucionales, sino que impulsaron por si mismos un plebiscito por la educación desde abajo, donde participaron casi 2 millones de personas. Por un carril distinto, surgió la Vía Popular y de los Pueblos a la Constituyente, en donde confluyeron distintas organizaciones sociales, declarándose abiertamente anticapitalista, discutiendo una nueva institucionalidad para el país y las formas de lucha mediante las que se llevara adelante.
Conclusión.
Este 2011 el pueblo no solo construyo su propio relato, demandando educación gratuita, ampliar los espacios de participación en la institucionalidad política y ambiental, y el derecho a la Ciudad sino que también sus propias formas de organización, yendo desde asambleas populares, la autogestión de sus espacios inmediatos hasta el levantamiento de instancias de deliberación publica que buscan elaborar un Proyecto Educativo y una Nueva Constitución. El 2011 nos deja consciencia de los problemas y la organización para enfrentarlos.
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